• Libertad a los campesinos de Azumiatla

Ya era insostenible la prisión, se prolongó durante 69 días, ese fue el plazo que duró la tortura, el abuso, el atropello de los derechos humanos al que se ha acostumbrado el gobierno de Mario Marín Torres, que en el colmo de la maledicencia ahora lo manejará con fines electorales; se verá como un acto de benevolencia, cuando fue de elemental justicia; de condescendencia, cuando era inevitable. De cualquier modo lo celebramos, porque pusimos nuestra pequeña parte para que esto sucediera, sin afanes protagónicos ni de mercantil manipulación.
La libertad de los campesinos de Azumiatla tenía que suceder más temprano que tarde; ahora no será suficiente con el “ustedes perdonen” que suelen sugerir las autoridades cuando se desvanecen las pruebas, ahora tiene que ocurrir la justicia postergada; restituirle sus legítimos derechos a los campesinos y brindarles la seguridad y los beneficios que constitucionalmente les corresponden.
El municipio de Puebla tiene una cuenta pendiente con la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla, a ella tienen que llegar los servicios públicos; pavimento, alumbrado, seguridad, limpia, agua potable, la obra y la educación que se les ha negado durante décadas.
Esperamos que el ayuntamiento que preside Blanca Alcalá sepa responder con oportunidad y eficiencia a este reclamo.